El amor es un relato que nos deja a la intemperie, a estar expuestas al destino de fracasar, porque el amor, a pesar de estar hecho de la materia del deseo, está libre de él y hace lo que quiere con nosotras. Porque sabemos bien que a pesar de San Valentín y su ejército voluntario de corazones biempensantes, de corazones con relleno Bon o Bon, todo amor es un amor ya perdido, todo amor es un amor que se ejercita en la angostura de una cornisa sobre un paisaje vacío de 360 grados. Porque si bien alguien dijo que amar es vivir en la temperatura de la eternidad, sabemos que el amor es aquello que no puede detenerse para evitar que se pierda. Por eso no me ofrezco en carne viva ni me ofrezco desollada, me ofrezco reafirmando mis potencias y sabiendo que soy por mí misma narrada. Porque podemos dejar de amarnos pero no podemos dejar de narrar ni de narrarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario